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21 de marzo de 2012

Dispuesta.

Estoy dispuesta a olvidar, dispuesta a perdonar. En las encrucijadas del destino puedes llegar a vender tu alma si es así como lo deseas. ¿Crees que es necesario? El perdón siempre será mejor que la venganza, prefiero que la sangre no corra y que se quede en los conductos del infame. 
La ira, la furia, la cólera, amigas desde siempre, compañeras de disgustos, invaden muchas mentes de hoy en día. Tal vez la religión no sea mi punto fuerte, pero ¿es tan difícil perdonar? ¿Es más agradable tratar de urdir un plan maestro malvado y genial que al mismo tiempo infrinja tanto daño o más, del que hemos recibido nosotros? 
La vida no es tan complicada, poseemos las herramientas, aunque no el manual. Un artista pintará o escribirá su mundo, un obrero lo construirá, un profesor lo enseñará... Pero al fin y al cabo siempre será propio, a menos que comparta con alguien especial. En ese caso, tendremos que ser fuertes e intentar que nuestro comportamiento sea razonable a la vez que loco, pero en el buen sentido. Habremos de buscar e investigar, divertirnos, y, cuando algo salga mal, ser capaz de mirar a los ojos a esa persona y decir: Lo siento. 






Es mucho más cómodo y reconfortante para uno mismo y para los demás ir con una sonrisa dibujada en el rostro: Si estás triste sonríe, porque más vale una sonrisa triste, que la tristeza de no verte sonreír.

8 de marzo de 2012

Hoy, siempre será ayer.

Una arruga, una mancha en la piel, un cabello que se vuelve blanco... No es edad, es belleza que se acumula. 
Es una sonrisa más sabia, pero también más alerta. 
Son unos ojos sinceros, porque ya no tienen nada más que aparentar, son lo que son. 
Es una piel con una muesca por cada alegría, por cada hijo, por cada susto, por cada miedo, por las incertidumbres del camino. 
Es una vida vivida junto a una persona a la que amas, con la que traes otra personita al mundo, algo que puedes llamar realmente "sólo tuyo".

Éste va por mis padres. Va por ellos porque les quiero y porque nunca olvidaré lo bien que me han criado, lo orgullosa que estoy de ellos por ser quienes son: individuos realistas, con ideales y que han intentado inculcar sus valores que consideraban más correctos, según sus propias convicciones y no según las apariencias o lo que domina en la sociedad. Estoy orgullosa de vosotros porque hoy me he dado cuenta de en lo que puede llegar a convertirse una persona que resulta ser producto de una educación involuntaria, de la indiferencia. Resultan ser personas que hacen daño, que muerden, que manipulan. 
Gracias de nuevo, por todo y por más. Las palabras se acaban cuando estás agradecida con personas tan buenas que no parecen de este mundo. Os quiero. xx


¿Por qué será que hoy os echo más de menos que de costumbre?