"¡Voilá! A primera vista un humilde veterano de vodeville en el papel de victima y villano por vicisitudes del destino. Este visage, ya no más velo de vanidad, un vestigio de la vox-populi, ahora desfallecido. Sin embargo esta valerosa visión de una extinta vejación se siente revivida y ha hecho voto de vencer el vil veneno de estas víboras en avanzada, que velan por los violentos viciosos y por la violación de la voluntad. El unico veredicto es venganza, vendetta, como voto y no en vano, pues la valía y veracidad de esta, un día vindicará al vigilante y al victorio. La verdad, esta vichysoisse de verborrea se esta volviendo muy verbosa, así que solo añadiré que es un verdadero placer conocerte, y que puedes llamarme V…"
La película, que totalmente recomiendo, puede contener trazas de poesía como ésta, con una aliteración que salta a la vista y muestra la belleza de lo que puede llegar a ser el poder de un ideal.
En los tiempos que corren, los ideales y la fuerza de la unión, pueden hacer que el pueblo dominado se convierta en líder masivo, luchando pacíficamente contra la demagogia y la opresión, convirtiendo la sociedad en un elemento mejor del mundo, olvidando y dejando atrás de una vez por todas las jerarquías y las clases sociales, sobre todo las elitistas, que nos hacen "diferentes" unos a otros.
Porque el pueblo no debería temer a sus gobernantes, son los gobernantes los que deberían temer al pueblo. Además, la anarquía no significa sin órdenes, sino sin líderes.