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17 de febrero de 2011

Un nuevo amanecer.

Siento ese pequeño cosquilleo de la hierba húmeda y fresca en la espalda y en el pelo, mientras él me hace olvidar el mundo entre abrazos y besos furtivos. Horas que pasan como décimas de segundo, haciéndome feliz. Palabras que brillan con el sol de la mañana, preciosas, como pequeños diamantes, que me hacen suspirar a escondidas. No puedo contener la sonrisa, la niña tonta de ojos entrecerrados, esperando más y más calidez.

Pero no todo dura eternamente. Cae el sol y entonces, las palabras se las lleva el viento, la sonrisa me la quita la luna y la felicidad se ahoga en una copa de vodka. Así son las cosas en Wonderland, sonrisas eclécticas, palabras ambiguas, verdades a medias y mucho, mucho dolor. Y prefiero seguir a flote en el mar, sujetada a un mísero trozo de madera antes que hundirme contigo.

11 de febrero de 2011

Coffee time.

Llueve y hace frío. En realidad, el sol brilla más que nunca, pero sólo es el tiempo atmosférico. Pero cuando en el interior sucede este fenómeno, lo mejor es olvidar el presente, el pasado y el futuro, y centrarse en una gran taza de café, caliente, que envuelva tanto tus manos como el corazón. Ponerse una canción que seguramente, en esos momentos, describa tu historia, tu vida, o tu momento. Porque parece que cuando nuestra alma está gris, todas las canciones melódicas nos representan, hablan de nosotros.

También, lo mejor es reunirse con alguien al que quieres y adoras, quien está ahí en todo momento, para lo bueno y para lo malo, y compartir esa gran taza de café, levantándonos en el mundo de los sueños.
Rc <3


Because coffee time, with you, is anytime.