Born Free. Ésa es una frase que me gusta, porque describe exactamente cómo soy, cómo he crecido, cómo me han criado.
Desde que tengo uso de razón, he pensado que padezco un problema serio, porque nunca he estado vinculada a algún lugar en especial. Ahora me doy cuenta de cuán equivocada que estaba, de cómo el problema se me ha convertido en ventaja. Puedo cruzar los límites, las barreras que me oprimen. Liberarnos es más sencillo cuando no tenemos casi ataduras, o cuando los nudos están tan sueltos que siempre nos hemos sentido libres. Como yo.
El "problema" es que algunos lugares me gustan más que otros, y el lugar que yo consideraba mi futuro hogar no es ahora mi sitio, simplemente sentía una atracción irrefrenable por el borrón y cuenta nueva. Es cierto que me siento más a gusto, pero la conclusión es que da igual la ciudad, lo fascinante es empezar de cero. Siempre.
¿Cómo intento explicar que, siendo la única vinculación a esto son las personas que me quieren y, siendo las personas tan efímeras cual amor adolescente, no siento esa conexión al contexto de donde procedo?
La libertad. Ésa es la explicación. Tengo el poder de escapar cuando quiera. Donde quiera. Por ahora...
